22/7/10
Cinco días viviendo en una playa
Despertarme cuando el sol empieza a calentar. Salir de la furgoneta y tras sólo unos pasos el mar, transparente. Flotar en él. Nadar unos metros. Volver a flotar. Sólo tengo que estirar un poco más los brazos para tocar la felicidad con los dedos. EStoy segura de que podría comenzar así el resto de mis días.
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