30/9/10

Cuando en un tiempo tan breve
el que creías te debía amor incondicional te lo retira
el que pensabas que era tu compañero infatigable comienza a necesitar su espacio
cuando el amigo no responde a tus llamadas desesperadas de auxilio
y el que te daba el pan asegura que se ha agotado la harina
cuando el único hogar que pensabas que siempre sería tu refugio se evapora
es entonces cuando
no queda más remedio que levantarse
tragar saliva
y pensar en cómo
una vez más
empezar de cero
-idea tan tentadora como paralizante-,
confiando en que
un nuevo amor
un nuevo amigo
un nuevo panadero
un nuevo hogar
(padre, dicen, no hay más que uno)
vuelva a dibujar la sonrisa en tu cara.

15/9/10

Tambet y Alexandros o sobre algunos efectos más de la globalización



Un catalán y una asturiana residentes temporales en Bulgaria reciben en su casa a dos ciclistas que atraviesan el país, un alemán de origen griego y su amigo estonio. Mientras cenan tortilla de patata, escuchan música argentina y hablan en inglés sobre Georgia. Al día siguiente, a causa de un pequeño grano, el alemán nacido en Grecia le pide a la asturiana, en español con acento argentino, una tirita. Ella le ofrece una de los cientos de origen chino que ha ido acumulando sin saber muy bien cómo, exactamente de la misma caja de donde hace tres años sacó la que le dio a una mujer nómada en en interior de Irán que se había lastimado un dedo mientras tejía una alfombra, cuyo nieto comía sin parar gusanitos de origen turco mientras su padre degustaba, meditabundo, un cigarrillo americano.

9/9/10

Sobre profesiones no profesionales

- ¿A qué te dedicas?
- Soy fotógrafa
- Pero… ¿profesional?
- ¿Si te hubiera contestado que era médico o grabadora de datos numéricos me hubieras hecho la misma pregunta?
- Ummmm… no. Claro que no
- Pues es exactamente lo mismo, la precisión sobra. Aunque ahora que lo pienso… una grabadora de datos aficionada debe de ser alguien realmente curioso de conocer.

Sobre alergias

Me enferman todas las cámaras que no sean las mías. No es una forma de hablar, es una sensación física, un escozor justo en el centro del estómago.
He descubierto que tanto más feliz vivo cuantas menos cámaras ajenas haya a mi alrededor.

5/9/10

Inventario final

En estos 12 últimos meses he:

- Recorrido más de 9.000 kilómetros en coche, 2.000 en tren y probablemente más de 1.500 a pie.
- Cruzado las fronteras de 10 países internacionalmente reconocidos y la de uno que no lo está.
- Recibido 4 propuestas de matrimonio (la edad media de mis fugaces pretendientes superaba, con creces, los 50)
- Dormido en unos 35 hoteles, más de 100 noches en una furgoneta, 120 en una residencia de estudiantes, 10 en un apartamento de alquiler, 15 en un hogar ajeno y 29 en el propio.
- Conocido gente de 13 nacionalidades distintas
- Pagado 4 sobornos a policías (un total de 35 euros)
- Tomado 25.639 fotografías (de las cuales sólo unas 1.000 saldrán de mi disco duro)
- Hecho 2 buenos amigos que probablemente no volveré a ver.
- Enamorado sucesivamente de 3 de mis 4 profesoras de ruso ( de la primera por su firmeza, de la segunda por su elegancia y de la tercera por su dulzura).
- Sido agraciada con dos canas y un número indeterminado de arrugas.
- Hablado 116 días en español.
- Visto el termómetro más bajo en toda mi vida (-33 C, en Grodno) y el más alto (49 C, en Kiev)
- Recibido 3 mordeduras de perros (sin ninguna consecuencia física pero una psicológica)
- Caído unas 15 veces en el hielo (a la sexta perdí la cuenta) y 4 en el barro (3 de ellas en el mismo día)
- Hablado con todos y cada uno de los locos y borrachos con los que me he cruzado en el camino.
- Perdido 3 objetos importantes: un libro de Gorki con el que me estaba muriendo de la risa (La Madre), el chal que me ha acompañado los últimos 10 inviernos de mi vida y el parasol de la cámara el día en que más lo necesitaba (un día de lluvia).

Como es comprensible la “caxa” mental que tengo es considerable, el cansancio, atroz. Sin embargo, si me dijeran: “mañana empieza todo de nuevo”, no me lo pensaría dos veces.

2/9/10

[…] El reino será de material plástico, es un hecho. Y no que el mundo haya de convertirse en una pesadilla orwelliana o huxleyana; será mucho peor, será un mundo delicioso, a la medida de sus habitantes, sin ningún mosquito, sin ningún analfabeto, con gallinas de enorme tamaño y probablemente dieciocho patas, exquisitas todas ellas, con cuartos de baño telecomandados, agua de distintos colores según el día de la semana, una delicada atención del servicio nacional de higiene,

con televisión en cada cuarto, por ejemplo grandes paisajes tropicales para los habitantes de Reijavik vistas de igloos para los de La Habana, compensaciones sutiles que conformarán todas las rebeldías,

etcétera

Es decir un mundo satisfactorio para gentes razonables […]


Julio Cortázar. Rayuela

1/9/10

Sobre el 1 de septiembre


Las calles rebosaban energía desde bien temprano.

Los niños enfundados en sus trajecitos, sin saber muy bien qué actitud tomar con una corbata al cuello. Les acompañan sus padres y abuelos circunspectos. Caminan a toda velocidad, hoy no se pueden retrasar.

Las niñas con sus pichis negros, camisas blancas, borlas gigantescas en las coletas, los calcetines hasta las rodillas. Ríen, hablan sin parar con sus madres engalanadas. Algunas lloran. Cada una a lo expresa a su manera, pero es evidente, todas están hechas un manojo de nervios.

Hay una competición no declarada: quién lleva el ramo más grande y vistoso.

En el patio del colegio los más pequeños se preparan en fila india para un acto simbólico de entrada en el mundo escolar, de fondo, la música de Superman.

La bandera ucraniana izándose, la mano en el corazón, casi todos cantan el himno nacional. El pope bendice, todos se persignan, salpica con agua bendita y toca mi cámara (a ver si hace efecto). La directora, con voz grave, les desea éxito, insta al esfuerzo personal.

Hoy es día de fiesta, hoy se inaugura el curso escolar.

Sobre edificios municipales


Sobre el concepto de hogar

Hoy he vuelto a soñar con nuestra casa, con la casa de Lugones. De esto hace 12 años y 14 traslados (si no he perdido la cuenta) y cuando sueño con mi casa, todavía sueño con ella.