Cocina para dos
Acostumbrarse a cocinar para dos es mucho más que conocer la medida exacta de lentejas que poner al fuego, quedarte corto cuando hay invitados o que sobre la mitad cuando comes solo. Acostumbrarse a cocinar para dos es una forma de vida de la que es difícil desprenderse, un hábito que se cuela por cada rendija, que lo inunda todo. Y como todas las costumbres, como todas las dependencias, es algo sumamente peligroso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario