- ¿A qué te dedicas?
- Soy fotógrafa
- Pero… ¿profesional?
- ¿Si te hubiera contestado que era médico o grabadora de datos numéricos me hubieras hecho la misma pregunta?
- Ummmm… no. Claro que no
- Pues es exactamente lo mismo, la precisión sobra. Aunque ahora que lo pienso… una grabadora de datos aficionada debe de ser alguien realmente curioso de conocer.
Natalia, justo hoy venía pensando EXÁCTAMENTE esto. ¿Cuándo alguien es realmente algo? ¿cuándo vive económicamente de ello, o cuándo vive espiritualmente? De ese modo: una grabadora de datos que es una fotógrafa como la copa de un pino, no es fotógrafa por no remunerada... pero, un Ingeniero Agrónomo que por ahora solo ha conseguido trabajo de cajero en Mercadona, ¿contestará que es cajero cuando le pregunten? y si dice que trabaja de cajero pero es Ingeniero Agrónomo, se dará por válido, ¿verdad?
ResponderEliminar:)
Me ha encantado pasarme por tu blog y encontrarme con tu pensamiento. Y tus maravillosas fotografías...
Bicos guapa!
Creo que la fórmula es sencilla, tu profesión es lo que te da de comer, independientemente de la calidad de lo que hagas y también de lo que hayas estudiado. Hay fotógrafos aficionados que le dan mil vueltas a algunos profesionales, pero esto no les convierte en profesionales. En el caso del ingeniero, mientras siga de cajero en el Mercadona, esta seguirá siendo su profesión hasa que demuestre lo contrario. Yo misma, cuando trabajaba de camarera, si me preguntaban no decía: soy filósofa en paro ;-)
ResponderEliminarbesazos!