22/12/08

Ángel


Nada más verle no pudo hacer otra cosa que decirle – Eres mi ángel, por fin te he encontrado –

Cuando el efecto de la cocaína se esfumó, se vistió lentamente, salió de la casa y, cuando la brisa matutina la abofeteó en la cara, una vez más, recordó que era atea.

1 comentario:

  1. Preciosa foto.
    Paso por tu blog de casualidad. Hay cosas muy itneresantes en él.

    Un saludo!

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