16/7/08

... y la vida continuó como si tal cosa

Hacía mucho tiempo que soñaban con esas vacaciones: una isla solitaria, ellos dos solos y una tienda de campaña.

Sólo fueron cinco días pero resultaron eternos.

Ella pensó en empujarle por los acantilados. Él pensó en suicidarse allí mismo para que ella se sintiera culpable.

Pero ninguno de los dos llevó a cabo sus planes. Así que regresaron y la vida continuó como si tal cosa. Acabaron sus estudios, comenzaron a trabajar, se casaron, tuvieron dos hijos, se compraron un monovolumen y continuaron odiándose hasta el último día de sus miserables vidas.

1 comentario:

  1. Muy bueno Natalia.
    Ya no se si las fotos ilustran el texto o el texto ilustra las fotos.
    zlod.

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