16/8/10

Una metáfora sobre los sueños cumplidos

Me encantaba el pastel de chocolate y galleta (de nuevo la fatídica combinación de cacao y cereales), tanto, que cada vez que tenía la oportunidad, lo pedía de postre.
Un día, supe de un concurso al que no pude resistirme a participar. Me tocó el primer premio: durante un año entero desayunaría, comería y cenaría pastel de chocolate y galleta. Era mi sueño hecho realidad, no podía creerlo cuando recibí la noticia.
Transcurridos seis meses el pastel empezó a cansarme, por eso probé a comerlo primero con cuchara sopera, más tarde con tenedor y finalmente con las manos, primero con la derecha y luego con la izquierda. Nada, el pastel seguía siendo el de siempre.
Hoy, a solo dos semanas de que el premio llegue a su fin, he de confesarme ligeramente aliviada, pero también me surge una descorazonadora duda ¿qué pastel pediré de postre a partir de ahora?

1 comentario:

  1. No se como rayos llegué acá, pero he de confesarte: me ha gustado mucho tu historia. seguiré tus publicaciones: Rodo de Colombia

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