22/8/10

Sobre la memoria selectiva

Después de muchos años un viejo amigo afirma, completamente seguro de lo que dice, haber tenido conmigo una breve pero intensa relación sentimental de la que mi memoria no tiene constancia. Cuando me lo comentó, preferí no indagar más sobre sus recuerdos.
Un antiguo amor, también tras mucho tiempo, dice no haberme besado nunca, a pesar de que yo sí recuerdo con total precisión aquel fugaz y extraño momento.
La memoria es francamente extraña, se teje a partir de la propia cosecha proveniente de la realidad pretérita y de nuestras fantasías y sueños, pero también de la realidad, de las fantasías y de las lagunas de los demás, hasta tal punto que los recuerdos de los otros pueden llegar a hacer dudar de la fiabilidad de los nuestros propios.

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