8/8/10

Sobre grupos humanos




Ruslán y sus camaradas me contaron cómo después de casi 20 años de la disolución de la URSS siguen negándose a tener un pasaporte ucraniano, cómo su corazón sigue siendo soviético y así consideran justo mantener como único documento identificativo el pasaporte de este imperio desaparecido.
Escuchándoles atentamente cuando, uno por uno, me relata su pequeño desafío a la historia contemporánea, pienso en lo curioso que debe de ser pertenecer a un grupo tan homogéneo en ideología y discurso. Cuando hablan entre ellos ¿se limitarán a aplaudir lo que dice el otro por coincidir plenamente?

No hay comentarios:

Publicar un comentario