13/11/09

Casas por un día (III)

Recientemente he descubierto que dormir sola en hoteles me produce un placer casi indescriptible y hurgando un poco en mi cerebro he llegado a la conclusión de que probablemente este sentimiento tenga que ver con un sueño infantil. Cuando era niña fantaseaba con de mayor llegar a ser una ejecutiva agresiva, que constantemente haría viajes de negocios, que prácticamente cada día dormiría en un sitio distinto, siempre sola, en asépticos hoteles. Mi sueño, afortunadamente, sólo se ha cumplido parcialmente.

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