13/12/10

Cuando el agua salada atraviesa tabiques

A través de mi techo, de su suelo, puedo oir en contadas ocasiones a mis vecinos del piso de arriba, a los que jamás he visto. Mi casa, casi invariablemente llena de silencio, es testigo de una relación mínima en la que lo único que se oye, a parte de las voces que salen de una televisión permanentemente encendida, es alguna frase llena de desprecio que se dirigen el uno al otro.

Hace unos días, agua de origen desconocido se filtró desde mi casa al piso inferior, donde vive otra pareja mayor. Cada vez que bajo a su casa despierto a la mujer o alguien me dice que está durmiendo en la habitación por donde baja el agua. Cuando es ella quien me atiende, me recibe ataviada con una bata, con la puerta semiabierta, invariablemente desconfiada, recelosa. Ni tan solo es ya capaz de disimular su permanente estado de ánimo.

A pesar de que ayer vinieron unos técnicos, todavía se desconoce el origen de la fuga -que resultó ser de agua salada-. Yo todavía no he confesado, a pesar de que sé que la mujer de la bata empieza a sospechar algo, pues me he dado cuenta que su oido es aun más fino que el mío o los muros que nos separan aun más delgados que los que me separan de los vecinos de arriba.

El ladrón de guante blanco

Un día ella perdió aquello por lo que él la quería. Paradójicamente algo que solamente él, a pesar de carecer de este atributo hasta que la conoció, era capaz de proporcionarle: la alegría.

Él jamás se lo perdono.

Ella nunca pudo recuperarla.

Quizás no se trato de una pérdida, sino de un hurto.

¿Y por qué sí?

Qué diferente sería el mundo si nos preguntáramos más a menudo “¿por qué sí?” en vez de “¿por qué no?”

10/12/10

Sobre los recuerdos que son como garrapatas

Los recuerdos son como garrapatas obcecadas con quedarse pegadas a nuestro cerebros, cada aguijonazo se nos revela como una instantánea, de pronto, mientras nos lavamos los dientes, mientras hervimos agua o bajamos las escaleras, aparece ante nosotros la nítida imagen de un lugar en el que estuvimos hace tiempo, pero que por sí solo realmente fue intranscedente en nuestra vida. Aparece y nos deja preguntándonos por qué justamente en este momento, por qué ese lugar, si no significó nada para nosotros. ¿Realmente no significó nada? Es entonces cuando la vida comienza a parecerse a una vigilia en la que intermitentemente vamos recordando los sueños de la noche anterior. Cuando nuestro pasado nos parece un sueño, nosotros los protagonistas de una vida que no es la nuestra y a la vez nos comienza a parecer tan lejano aquel que fuimos. Cuando cada día nos despertamos sin saber dónde estamos, a pesar de tratarse de la misma cama donde hace demasiado tiempo que nos despertamos cada mañana.
La memoria es cruel y vengativa, cuanto más queremos deshacernos de ella, con más saña y más insistencia nos morderán sus garrapatas, hasta teñir todo nuestro presente de un tono incoloro, hasta colocarnos en un punto muerto: retroceder es totalmente imposible, pero a la vez tenemos bloqueada la puerta de salida.

9/12/10

"A mi me daba decididamente igual a dónde ir y a quién enseñar. Debía desaparecer. En aquel entonces todavía no me había dado cuenta de que el hombre está privado de esa posibilidad: vaya donde vaya, el peso principal de su vida irá tras él"

"Entonces yo conocía una sola manera de liberarme de las circunstancias tristes de la existencia: huir. Había que abandonarlo todo. Mandarlo todo al diablo. Comenzar de cero. Me parecía que, en circunstancias nuevas, yo mismo me volvería distinto"

Izrail Metter. La quinta esquina

7/12/10

Diálogos entre el hemisferio derecho y el izquierdo de un esquizofrénico

H.I: NO
H.D: SÍ


H.D: siento pena
H.I: transfórmala en rabia, nunca suele fallar
H.D: lo he intentado, pero la pena se acaba escapando por cualquier rendija, por diminuta que sea


H.I: seamos prácticos de una vez por todas
H.D: ojalá pudiera serlo


H.I: escribe en un cuaderno las razones para decir NO, sabes que hay decenas
H.D: lo sé, pero son tan relativas que todo lo que escribo lo acabo tachando


H.I: concéntrate en otra cosa
H.D: todo, absolutamente todo en lo que me concentro me recuerda de una forma u otra lo que debo olvidar


H.I: no hay que darle más vueltas, ya te han dicho mil veces que NO
H.D: quizás mientan

H.I: ¿te han dicho alguna vez que eres idiota?
H.D: si no lo fuera no sería quien soy, sería tú

3/12/10

"Salgo de casa. El día está encogido de infelicidad, sus bordes están tan doblados que prácticamente desde por la mañana, desde la madrugada, ya es de noche. [… ] Hoy el cielo se va a romper, va a caer una lluvia de balas, de piedras, de peces muertos y pájaros, hoy el cielo se va a romper."
Dorota Masłowska. Blanco nieve, rojo Rusia

2/12/10

Sobre los perros como excusa


- ¿Has perdido a tu perro?
- No, no tengo perro ¿por qué lo dices?
- Como estás sola…
- Sólo paseo por la playa
- ¿Sola?
- Sí, me gusta pasear
- ¿Y no te aburres?
- No, me ayuda a pensar. ¿Y a ti? ¿No te aburre tener que salir cada día a las mismas horas por los mismos lugares, obligada por las necesidades de tu perro? ¿no te aburre cada vez tener que recoger sus excrementos con la bolsita?
- No lo sé, supongo que no. A mí también me gusta pasear, pero así al menos no parece que lo hago sola.

Sobre la intensa vida social de los dueños de perros (II)